5 secretos para ser mejorar en tus entrenamientos

Cuando un entrenamiento se complica y quieres abandonar por lo complejo, hay soluciones que te pueden servir de la siguiente forma.

Un buen corredor no solo está hecho de piernas fuertes. Los mejores de los mejores, tienen una mente muy fuerte, y es por eso que correr también es un reto mental y físico. Usa técnicas mentales que te ayuden a ser más fuertes mientras corres y sobre todo cuando pasas por momento difíciles durante una rutina intensa o retadora.


– Enfócate en rendir bien

Pensar en que todo saldrá bien en un entrenamiento antes de empezar el mismo puede ayudarte a enfrentarlo con más confianza. Antes de ponerte los tenis y amarrarte las agujetas, cierra tus ojos y usa tus sentidos para entender cómo superarás esos momentos complicados de la sesión. Imagina tus músculos cansados y quemando, el sonido de tu respiración y cómo tu mente domina esos pensamientos de abandono.


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– Revisa tu progreso

Obtén retroalimentación inmediata de tu progreso, si es por repeticiones, kilómetros o distancia, puede ser una herramienta de motivación increíblemente poderosa. Por ejemplo, si te sentiste muy mal en una repetición y ves tu reloj y te faltan 100 metros, ¡es energía directa!


– Redirige tu dolor

Correr rápido no es una experiencia disfrutable. Cuando tus pulmones queman y solo jadeas al correr, es normal que lleguen pensamientos negativos por el cansancio. Pero este tipo de pláticas internas no son productivas para desviar el dolor. En lugar de eso, piensa en mantras positivos como “estoy mejorando más”. “Este soy yo, entrenando muy duro por mi meta”.


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– Parte la sesión

Divide tu entrenamiento en partes pequeñas. En lugar de sentirte estresado por el hecho de que tienes que correr 12 kilómetros más y ya estás cansado, piensa que irás por 3 repeticiones de 4 kilómetros para terminar. La metas pequeñas te ayudan a generar una mentalidad positiva de cara a lo que puedes necesitar para evitar truncar tu sesión.


– Repite un mantra

Siempre ten en mente una frase que sea positiva para tu mente durante los momentos difíciles. Algo tan sencillo como “tú no dejas de correr” o “Soy fuerte”, puede ser el cambio que necesitas para motivarte y seguir adelante en tu sesión. Repítelo hasta que tu mente deje la duda de lado y sigas motivado con el resto de la sesión.

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Un buen corredor no solo está hecho de piernas fuertes. Los mejores de los mejores, tienen una mente muy fuerte, y es por eso que correr también es un reto mental y físico. Usa técnicas mentales que te ayuden a ser más fuertes mientras corres y sobre todo cuando pasas por momento difíciles durante una rutina intensa o retadora.


– Enfócate en rendir bien

Pensar en que todo saldrá bien en un entrenamiento antes de empezar el mismo puede ayudarte a enfrentarlo con más confianza. Antes de ponerte los tenis y amarrarte las agujetas, cierra tus ojos y usa tus sentidos para entender cómo superarás esos momentos complicados de la sesión. Imagina tus músculos cansados y quemando, el sonido de tu respiración y cómo tu mente domina esos pensamientos de abandono.


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– Revisa tu progreso

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– Redirige tu dolor

Correr rápido no es una experiencia disfrutable. Cuando tus pulmones queman y solo jadeas al correr, es normal que lleguen pensamientos negativos por el cansancio. Pero este tipo de pláticas internas no son productivas para desviar el dolor. En lugar de eso, piensa en mantras positivos como “estoy mejorando más”. “Este soy yo, entrenando muy duro por mi meta”.


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– Parte la sesión

Divide tu entrenamiento en partes pequeñas. En lugar de sentirte estresado por el hecho de que tienes que correr 12 kilómetros más y ya estás cansado, piensa que irás por 3 repeticiones de 4 kilómetros para terminar. La metas pequeñas te ayudan a generar una mentalidad positiva de cara a lo que puedes necesitar para evitar truncar tu sesión.


– Repite un mantra

Siempre ten en mente una frase que sea positiva para tu mente durante los momentos difíciles. Algo tan sencillo como “tú no dejas de correr” o “Soy fuerte”, puede ser el cambio que necesitas para motivarte y seguir adelante en tu sesión. Repítelo hasta que tu mente deje la duda de lado y sigas motivado con el resto de la sesión.