Jakob Ingebrisgten demostró que es uno de los mejores atletas del momento y después una mala exhibición, se coronó con autoridad en los 5 mil metros planos con tiempo de 13:13.66. Una de las sorpresas de la tarde fue que ningún atleta etíope se coló al podio de la prueba y sí lo hizo el estadounidense, Grant Fisher, quien se coló por el bronce en la prueba.
No hubo tregua en toda la prueba, los ataques no se hicieron esperar para buscar tomar la mejor posición y la punta del grupo de corredores. Etiopía apresuró los movimientos al frente de Biniam Mehary y Hagos Gebrhiwet, sin embargo el noruego mantuvo la compostura y estuvo en el grupo sin presión, colocando la carrera en la estrategia que le convenía: esperar al cierre para apretar e ir con toda la energía.
A dos vueltas del cierre de la competencia, el noruego comenzó a acelerar el paso y la respuesta etíope no fue suficiente porque en los últimos 300 metros, Ingebrigsten aceleró la marcha de carrera y se empezó a separar de sus rivales para cerrar muy cómodo y llevarse la medalla de oro en la prueba.
Jakob Ingebrigtsen tomó revancha de la decepción en los 1,500 metros y logra su segunda medalla olímpica, luego de lograr también el oro en los 1,500 metros en Tokio 2020.