Es uno de los mayores problemas entre los corredores, no importa la distancia, a veces parece que estarán ahí siempre. Aunque es más común en corredores de larga distancia.
Esas burbujas que se generan en los pies por la rozadura con las telas es una de las mayores molestias que un corredor puede sufrir, porque entre más pasan los kilómetros, más grande y dolorosa puede ser, así que te daremos 3 trucos muy fáciles para evitar las ampollas y correr más kilómetros felices.
1. Vaselina
Es la más lógica, pero de verdad muy pocos corredores usan este remedio sencillo para evitar ampollas e incluso rozaduras. La clave está en ponértelo en todas las zonas que puedas llegar a sufrir esta molestia. Laterales del pie, talones, dedos y entre los dedos, con eso lograras que si tu calzado roza con el pie, se deslice sin generar fricción y a la larga una ampolla. Es bueno porque al ser tan grasosa, aún con lluvia sigue evitando que haya rozaduras, incluso hay triatletas que la usan en competencia aun cuando nadan y casi toda la carrera están mojados de los pies. Así que, no olvides comprar un botecito y untarla en días de carrera larga o competencia.
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2. Calcetas anti-ampollas
¡Olvídate de las calcetas de algodón! Son más gruesas, no disipan el calor y guardan la humedad generando fricción, lo que provocaría ampollas si corres largas distancias. Varias marcas de ropa deportiva y especializadas en calcetines para correr (por ejemplo, Feetures), que su construcción es de poliéster y nailon, además de que tienen compresión, lo cual evita que se mueva mientras corres. ¡adiós ampollas!
3. Medio número más grande
Sí, podría sonar a un mito, pero la verdad es que siempre es recomendable que evites usar calzado para correr de tu número exacto porque el pie se inflama cuando corres y se expande, esto genera rozaduras inesperadas en zonas que no sabías que pasarían porque la prueba de calzado la haces sin movimiento. Con ese medio número, tendrás un ajuste exacto cuando se comience a inflamar el pie, sin rozaduras y sin preocupación de tener ampollas, incluso en largas distancias.
¿Tienes algún otro consejo para evitar ampollas? ¡Compártelo y únete a la conversación!
Es uno de los mayores problemas entre los corredores, no importa la distancia, a veces parece que estarán ahí siempre. Aunque es más común en corredores de larga distancia.
Esas burbujas que se generan en los pies por la rozadura con las telas es una de las mayores molestias que un corredor puede sufrir, porque entre más pasan los kilómetros, más grande y dolorosa puede ser, así que te daremos 3 trucos muy fáciles para evitar las ampollas y correr más kilómetros felices.
1. Vaselina
Es la más lógica, pero de verdad muy pocos corredores usan este remedio sencillo para evitar ampollas e incluso rozaduras. La clave está en ponértelo en todas las zonas que puedas llegar a sufrir esta molestia. Laterales del pie, talones, dedos y entre los dedos, con eso lograras que si tu calzado roza con el pie, se deslice sin generar fricción y a la larga una ampolla. Es bueno porque al ser tan grasosa, aún con lluvia sigue evitando que haya rozaduras, incluso hay triatletas que la usan en competencia aun cuando nadan y casi toda la carrera están mojados de los pies. Así que, no olvides comprar un botecito y untarla en días de carrera larga o competencia.
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2. Calcetas anti-ampollas
¡Olvídate de las calcetas de algodón! Son más gruesas, no disipan el calor y guardan la humedad generando fricción, lo que provocaría ampollas si corres largas distancias. Varias marcas de ropa deportiva y especializadas en calcetines para correr (por ejemplo, Feetures), que su construcción es de poliéster y nailon, además de que tienen compresión, lo cual evita que se mueva mientras corres. ¡adiós ampollas!
3. Medio número más grande
Sí, podría sonar a un mito, pero la verdad es que siempre es recomendable que evites usar calzado para correr de tu número exacto porque el pie se inflama cuando corres y se expande, esto genera rozaduras inesperadas en zonas que no sabías que pasarían porque la prueba de calzado la haces sin movimiento. Con ese medio número, tendrás un ajuste exacto cuando se comience a inflamar el pie, sin rozaduras y sin preocupación de tener ampollas, incluso en largas distancias.