Una nueva investigación sugiere que hacer ejercicio puede marcar una diferencia significativa. El estudio publicado en la revista Diabetology sugiere que el ejercicio puede desempeñar un papel importante en el control del azúcar en la sangre.
Los participantes que entrenaron por la tarde y por la noche tuvieron reducciones del 18 y 25 por ciento en la resistencia a la insulina, respectivamente. Los que hacían ejercicio por la mañana no vieron ninguna reducción.
Toma en cuenta que cualquier ejercicio, sin importar a qué hora del día lo hagas, puede ayudar contra la prediabetes y el control de la diabetes, pero es importante hablar con tu médico antes de comenzar una nueva rutina.
A las personas con prediabetes y diabetes a menudo se les anima a hacer ejercicio, y por una buena razón. La investigación ha relacionado una mayor actividad con una mejor gestión de las condiciones.
Pero hay una advertencia: debido a que el ejercicio hace que el cuerpo sea más sensible a la insulina, puede aumentar el riesgo de que el nivel de azúcar en la sangre baje demasiado. Es por eso que la Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda controlar el azúcar en la sangre con más frecuencia antes y después de hacer ejercicio para comprender cómo responde tu cuerpo al ejercicio.
Además de esa estrategia, una nueva investigación publicada en Diabetology sugiere que la hora del día en que entrenar puede ser otro factor importante para un mejor control del azúcar en la sangre.
Los investigadores observaron a 775 hombres y mujeres de 45 a 65 años de edad, a quienes se les dio un rastreador de actividad física y se les colocó en uno de tres grupos para el tiempo de ejercicio: mañana, tarde y noche.
No encontraron cambios en la resistencia a la insulina, que sucede cuando tu cuerpo no responde como debería a la insulina, la hormona que regula el azúcar en la sangre, para los que hacen ejercicio por la mañana, pero sí mejoras en los otros dos grupos. Aquellos que realizaron actividad física de moderada a vigorosa por la tarde tuvieron un 18 % menos de resistencia a la insulina y al grupo de la noche le fue aún mejor, con una reducción del 25 % en la resistencia a la insulina.
Estos resultados concuerdan con investigaciones anteriores, que mostraron que los efectos más benéficos sobre el control de la glucosa con el entrenamiento físico de alta intensidad se dieron en la tarde en comparación con la mañana. Lo sorprendente fue la gran diferencia entre la mañana y la tarde.
Dicho esto, se agregó que el ejercicio matutino es mucho mejor que no hacer ninguna actividad, y que la actividad física es solo una pieza del rompecabezas en lo que respecta al ritmo circadiano (y, por lo tanto, al control del azúcar en la sangre), en particular, el horario de las comidas y el juego del sueño son protagonistas considerables también.
Aunque estos hallazgos se aplicarán más directamente a las personas con prediabetes o diabetes, un mejor control del azúcar en la sangre es positivo para todos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el nivel de azúcar en la sangre bien mantenido está relacionado con la regulación del estado de ánimo, los niveles de energía a lo largo del día, la eficiencia del sueño y la prevención de enfermedades crónicas graves, como enfermedades cardíacas y renales.