No hay nada de malo en mover tus carreras a la caminadora en temporada de frío, pero hay beneficios reales de correr en temperaturas bajas que podrías aprovechar. Algunos corredores prefieren abrigarse para correr al aire libre en invierno, ya que puede mejorar el estado de ánimo, mejorar la salud y, a veces, es realmente divertido. Pero si aún no estás convencido de desafiar los elementos, tenemos las razones perfectas para hacerlo.
Ya sea que estés entrenando para una carrera en inicio de año, regresando de un maratón o construyendo tu base aeróbica, hay toneladas de oportunidades para correr en el clima frío y muchas razones por las que deberías hacerlo.
Alivia el frío del invierno
El primer día gélido de cada estación, el sistema nervioso simpático entra en acción y activa el sistema de luchar o huir para evitar que te congeles. La sangre se desplaza hacia el interior desde la piel y las extremidades para preservar la temperatura corporal y los órganos vitales, afirma un estudio realizado por Daniel Craighead, Ph.D., para la Universidad de Minnesota. Si no generaras calor al correr, podrías empezar a temblar. Pero a medida que te enfrentas repetidamente al frío sin consecuencias que pongan en peligro tu vida, tu cuerpo aprende a atenuar su respuesta al estrés, un proceso un tanto misterioso llamado habituación al frío. A medida que avanza el invierno, menos hormonas del estrés, como las catecolaminas, fluyen por el torrente sanguíneo. Y más sangre permanece cerca de la piel, lo que te hace sentir más cálido.
A diferencia de la aclimatación al calor, con el frío no tiene beneficios comprobados para el rendimiento, ni parece aumentar los beneficios para la salud que ya obtienes del ejercicio. Sin embargo, correr regularmente puede acelerar el proceso de adaptación, logrando que cualquier otra tarea al aire libre, desde pasear al perro hasta esperar el autobús, sea más llevadera.
Puede ayudar a prevenir la tristeza estacional
Millones de personas, especialmente aquellos que viven en climas del norte, notan que su estado de ánimo baja en los meses más fríos. Los expertos en salud creen que una razón clave para esta afección, llamada trastorno afectivo estacional, es que una menor exposición a la luz natural altera nuestros ritmos circadianos.
Entrenar al aire libre durante el día puede ayudar a restablecer esos ritmos. La exposición a la luz solar también aumenta la producción de vitamina D, un componente clave de los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, como la serotonina fundamental para un sistema inmunológico saludable.
A esto hay que sumar los efectos de mejora del estado de ánimo tanto de la actividad física como de la exposición a espacios naturales, dice Kimberley Dawson, Ph.D., consultora de rendimiento mental para la Universidad Wilfrid Laurier en Ontario, Canadá. Dawson afirma que correr en climas fríos puede servir como un antídoto para el “trastorno por déficit de naturaleza”, un término acuñado por el autor Richard Louv para referirse a la desconexión del mundo que nos rodea. Además, hacer ejercicio al aire libre también puede reducir el miedo y la inquietud; en un gran estudio de 21 años, los esquiadores de fondo suecos tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de desarrollar ansiedad que los no esquiadores.
Por supuesto, para muchas personas, correr al aire libre por sí solo no es suficiente para tratar la depresión estacional, la ansiedad u otros trastornos del estado de ánimo. Es ideal hablar con su médico o un profesional de la salud mental si la tristeza, la desesperanza o los pensamientos ansiosos interfieren con sus actividades diarias.
Puede acelerar su metabolismo
Los escalofríos definitivamente aumentan el gasto de energía de tu cuerpo, pero si corres, tu temperatura central probablemente no bajará lo suficiente como para que comiences a temblar. Sin embargo, las investigaciones sugieren que bajas menos significativas en la temperatura corporal pueden desencadenar un fenómeno llamado termogénesis sin escalofríos, un aumento del metabolismo que se logra principalmente a través de la activación de un tejido especial llamado grasa parda. (Incluso hay evidencia más antigua que muestra que este efecto aumenta a medida que te acostumbras al frío).
A medida que el clima es más frío, las personas tienden a ser menos activas. La combinación de ejercicio y aire más frío puede mantener los sistemas de combustible de tu cuerpo funcionando a la perfección.
Desarrollas habilidades mentales para las carreras
Digamos que estás entrenando para una carrera de primavera, por ejemplo, el Maratón de Londres. El clima para estos eventos puede ser impredecible, como puede decirte cualquiera que haya corrido Boston en 2018. Perseverar en condiciones menos que ideales durante el entrenamiento puede prepararte para enfrentar cualquier pronóstico el día de la carrera. Obtienes una sensación muy agradable de que eres mentalmente fuerte, que puedes hacer lo que se presente en el día de la carrera. Tu mente sabrá que: “Si puedo superar esto, entonces podré superar ese maratón de primavera, sin importar lo que me depare el futuro”.
Deja de lado las expectativas y simplemente diviértete
Las reacciones químicas que producen las contracciones musculares funcionan mejor en temperaturas cálidas, lo que significa que no siempre puedes rendir tan bien en condiciones frías. Eso, combinado con el desafío adicional de la brisa matutina, significa que puedes estresarte menos por mantener un buen ritmo en Strava.
Cuando es un día soleado y las condiciones son ideales, piensas: ‘Necesito aprovecharlo al máximo’. Me encanta un día de invierno porque no exige nada. Simplemente dice que el éxito es salir por la puerta y sumar kilómetros.
Por supuesto, a algunas personas les resulta más fácil salir de casa que a otras: Siempre me gustó correr en el frío, porque no tenía que preocuparme por el ritmo al que corría. Pero he tenido compañeros que se asustan cuando ven un tiempo muy lento en su reloj GPS y se esfuerzan demasiado aunque las condiciones en general no sean las mejores.
Si te obsesionas con los números, considera dejar el reloj en casa o correr solo por el tiempo total. Muchos corredores con los que trabaja logran un equilibrio haciendo carreras de ritmo o entrenamientos de intervalos en la cinta, y luego haciendo carreras largas y carreras suaves al aire libre.
La creatividad también es parte fundamental de lograr el éxito en tus carreras invernales. En mi caso, corro alrededor del bosque porque es un espacio que siempre tiene nuevas rutas para seguir, además de que es tranquilo y silencioso.
También puedes usar tu tiempo corriendo en el frío como una oportunidad para asumir un desafío completamente diferente. Tal vez sumar un poco más de kilómetros o encontrar espacios que te reten a subir un poco más en una ruta con subidas y bajadas. Recuerda que la seguridad siempre es primordial y con ello en mente tienes que saber elegir cuáles son las condiciones para saber cuando sí y cuando no deberías hacer una carrera en exteriores.