Es probable que tu mayor preocupación sea perder la forma física que ya lograste. Sin embargo, hay muchos beneficios que puedes obtener si dejas de correr un mes, por ejemplo, tener metas más claras para el futuro, saber qué es lo que puedes trabajar de tu temporada anterior.
Y sí, es muy difícil poder convencer a los corredores alejarse de la actividad que más aman. Pero con el descanso de fin de año, la pandemia y los problemas generales de la vida, está bien que te tomes unos días (o semanas), alejado de un deporte tan bonito como correr, pero que también puede ser muy estresante para tu cuerpo y mente.
Claro que una de las preguntas que más se hacen los corredores es: ¿qué tanto voy a perder mi forma física? La respuesta puede variar: si eres una persona que tiene planeado quedarse sentado en el sillón, casi el 100% de tu forma física se irá. Pero si tienes planeado tomarte un descanso de los kilómetros corriendo y seguir con otras actividades físicas, es muy probable que mantengas casi toda tu forma física, aunque cabe destacar que tomará unos días para que retomes tu ritmo al correr.
¿Mi forma física se va a ver afectada?
De acuerdo al Journal of Applied Phisiology, después de unas semanas de poco o nulo ejercicio, tu corazón va a comenzar a deteriorarse y si por ejemplo, estuviste entrenando por 4 meses o más, te tomará un poco más de un mes volver a esa ganancia aeróbica que tuviste.
Cuatro semanas no es tanto tiempo, mucho menos si estás habituado a correr, regresarás rápido. Aunque se vale tomar un mes de no hacer nada, una de las cosas que es importante mencionar, es que hay muchas otras actividades que te van a beneficiar aun cuando no corres, mientras tengas actividades 3 veces a la semana a una intensidad de al menos el 70% de tu VO2 Max, no importa que sea nadar, salir a andar en bici o jugar algún deporte de conjunto.
Considéralo como un cross training necesario para tu temporada. Tu forma física aeróbica comenzará a deteriorarse después de 7-14 días sin actividad, mientras que tu pérdida muscular se verá afectada a los 3 días. Lo que si debes contemplar es que tampoco será tan súbita la pérdida si estuviste en un ritmo alto de entrenamiento durante todo el año y además te vas a adaptar mucho más rápido.
¿Puedo obtener algún beneficios de tomarme un mes de descanso?
La respuesta corta es: sí. Recuerda que entrenar es una actividad que genera estrés para tu cuerpo, y todo cuerpo tiene un límite. Si ese estrés lo combinamos con la rutina de vida, la pandemia y muchos más elementos, lo que sucederá es que tu cuerpo estará viviendo un sobre entrenamiento o el burnout de fin de año. Así que tomar un tiempo de descanso, es más que necesario.
Esto te puede ayudar a tener la mente más fresca para establecer nuevas metas en tu siguiente ciclo de entrenamiento. Puedes enfocarte en trabajar la fuerza de core o de cuerpo en general, o tal vez aprender una nueva actividad para aplicarlo como día de descanso activo. La idea general es que te alejes un poco de la misma actividad, pero que no solo te tires al sillón a vivir maratones de series y películas.
Y entonces, ¿cómo le hago para regresar?
Tu cuerpo y mente te dirán cuando es momento de volver. Uno de los errores más comunes que se comenten al regresar, es querer tomar el ritmo como cuando estabas en plena temporada de entrenamiento. Tienes que poner mucha atención al estrés ortopédico que se genera al correr. Además de que tu cuerpo necesita tener una adaptación musculoesquelética para los entrenamientos de larga distancia y de velocidad.
Es normal que estés emocionado o ansiosa por salir a correr, pero justo debes tomarlo con calma. Revisa el kilometraje mínimo que tenías antes del descanso y elige el más bajo para regresar, lo mismo debes hacer con los ritmos; lo más importante no es el ritmo al que vas, si no, cómo te readaptas a la rutina y llegas listo para enfrentar nuevos retos. Recuerda ser paciente con tu cuerpo.