Pueden ser 3 kilómetros de trote o ejercicios de calentamiento dinámico, pero puede variar dependiendo del tipo de entrenamiento, ninguna opción es mala.
Regularmente se recomienda que sea 1-2 kilómetros de calentamiento antes del entrenamiento clave de velocidad, sin embargo, lo más importante es tu intención detrás de ese periodo de calentamiento. Si meta es hacer un entrenamiento más largo porque incrementarás kilometraje semanal, esta puede ser una buena opción para sumar k’s en tu pulsómetro. Entre más suave sea el paso, es mejor para tu cuerpo que recibirá mucho impacto en la sesión de velocidad.
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Cuando hacemos entrenamientos específicos de velocidad, debes tener un ritmo meta para atacar. Toma nota de esas sesiones intensas y asegúrate que estás en el paso adecuado. Si es así, entonces está bien que tengas un entrenamiento un poco más largo de lo habitual. De hecho, si estás entrenando para maratón, los entrenamientos más largos pueden ayudarte a lograr tu ritmo meta. Si tus piernas se sienten cansadas y no estás llegando al ritmo que deberías, es posible que un calentamiento más largo no sea para ti.
La recuperación también es clave.
Estar por encima de tu frecuencia cardiaca en reposo, tener dolores o falta de motivación puede ser la clave para saber que estás sobreentrenando, así que escucha tu cuerpo. Si eso sucede, toma un poco de tiempo, descansa y corta el kilometraje.
TIP: Los entrenamientos de velocidad regularmente no pasan los 8-10 kilómetros, corriendo 2-3 kilómetros de calentamiento, y un kilómetro o dos de afloje con estiramientos después de la sesión, en total pueden llegar a ser 10-12 kilómetros, nada malos para una día de velocidad.
Pueden ser 3 kilómetros de trote o ejercicios de calentamiento dinámico, pero puede variar dependiendo del tipo de entrenamiento, ninguna opción es mala.
Regularmente se recomienda que sea 1-2 kilómetros de calentamiento antes del entrenamiento clave de velocidad, sin embargo, lo más importante es tu intención detrás de ese periodo de calentamiento. Si meta es hacer un entrenamiento más largo porque incrementarás kilometraje semanal, esta puede ser una buena opción para sumar k’s en tu pulsómetro. Entre más suave sea el paso, es mejor para tu cuerpo que recibirá mucho impacto en la sesión de velocidad.
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TIP: Los entrenamientos de velocidad regularmente no pasan los 8-10 kilómetros, corriendo 2-3 kilómetros de calentamiento, y un kilómetro o dos de afloje con estiramientos después de la sesión, en total pueden llegar a ser 10-12 kilómetros, nada malos para una día de velocidad.