¿Por qué deberías entrenar fuerza descalzo?

¿Te lo has preguntando? ¿Deberías entrenar descalzo? ¿Con tenis? ¿Tenis planos? Es una de las dudas más habituales entre los atletas; la incógnita sobre si es mejor entrenar descalzo o al menos sin zapatos. La falta de sujeción, una sensación novedosa o la sensación inicial de inestabilidad pueden provocar que se rechace esta idea. Sin embargo, en algunas ocasiones es más que recomendable porque incluso puede aportar más beneficios que trabajar con calzado. ¿Qué dicen los expertos?

La fisioterapeuta Yolanda Abadi ha explicado en sus redes sociales algunos de los motivos por los que puede ser recomendable dejar el pie descubierto para trabajar ejercicios de fuerza, así que retomamos algunas de sus recomendaciones. Eso sí, siempre y cuando se puedan «mantener unas condiciones de higiene y seguridad», un factor fundamental en esta práctica.

Los entrenamientos de Crossfit, yoga o pilates se pueden hacer en condiciones de superficies estables y sin salientes u obstáculos que puedan provocar lesiones por desniveles inesperados o, simplemente, por clavarse algo en el pie. A veces un MAT de yoga es más que suficiente para evitar riesgos innecesarios al momento de hacer ejecuciones de fuerza en el gimnasio. También se deben buscar espacios limpios y sin humedad para evitar la infecciones y contagios como los conocidos hongos.

¿Cuáles son los beneficios de entrenar descalzo?

Superada esta fase inicial que va más de la mano de la higiene y la prevención de lesiones por algún objeto en el piso, estos son los cuatro principales beneficios de quitarte los tenis cuando es momento de cargar mancuernas y equipo más pesado.

  1. Trabajarás más y mejor la musculatura de piernas. El hecho de no tener una plataforma que pueda resultar «inestable», permite que tus piernas y pies hagan el trabajo correcto en el contacto al piso. Sobre todo en ejercicios que requieren equilibrio, como los «aviones».
  2. Disminuirás mucho las posibilidades de sufrir lesiones en el pie (como la fascitis plantar). Esto se deriva de una relación directa al estrés o inestabilidad que puede llegar a tener tu pie cuando usas un calzado no adecuado para el gimnasio.
  3. Conseguirás tener más equilibrio y más agilidad. Esto va de la mano con el punto inicial, porque permite que tengas un acercamiento más natural sin el calzado y eso, hará que se activen músculos que tal vez no usas tanto con un tenis al hacer fuerza.
  4. Tu tobillo se volverá más estable y menos propenso a seguir esguinces.

La diferencia principal entre entrenar sin calzado y con calzado es que no se cuenta con la ayuda de la tecnología actual que tienen muchos tenis. El calzado deportivo, especialmente el indicado par el deporte, facilita la estabilidad y algunos ejercicios que necesitan el impulso de los tobillos. Sin embargo, también provoca que esta sobreprotección al pie reduzca el desarrollo de los músculos o reduzca el equilibrio. Esa es una de las razones por las que algunos deportistas sufran lesiones como la fascitis plantar simplemente porque su cuerpo no se ha desarrollado lo suficiente.

Hay trabajos específicos de entrenamientos en superficies inestables para recuperar estas sensaciones y trabajar más en profundidad los músculos implicados. También hay ejercicios personalizados para los dedos que redundarán en beneficios para todas las partes relacionadas del cuerpo. Si se trabaja directamente el entrenamiento de fuerza descalzos, ya se habrá ganado terreno, según lo indican varios especialistas.

Una vez decidido a dar el paso al entrenamiento sin calzado se puede buscar un paso intermedio, por ejemplo los populares ‘barefoot’ para ir adaptando al pie porque al principio pueden notarse las diferencias. Es probable sentir una sensación extraña en los tobillos porque los calzados actuales tienden a reducir el impacto con el suelo en esta zona. Lo bueno es que con el tiempo tu cuerpo se adaptará y tendrás mejores sensaciones, no solo el fortalecimiento de los pies sino de los huesos y articulaciones de la zona inferior del cuerpo.

Toma en cuenta que en algunos gimnasios el reglamento impide que puedas entrenar descalzo, hay otros que permiten únicamente sin calcetines. En estos espacios, se puede hacer uso de calzados minimalistas (‘barefoot’), aunque cuando se trata de yoga o pilates lo normal es que se facilite o incluso se obligue a trabajar con el pie sin calcetines.

Un último consejo: si tienes miedo de resbalarte con el piso o una superficie resbalosa, puedes buscar una prenda antideslizante que evite el contacto directo con el suelo. Se mantendrá el trabajo de contacto directo sin miedo a caer y sin un resfriado repentino por la reacción sensible que pueda tener la planta del pie.